sábado, 7 de septiembre de 2013

El faro de Clogwyn (Epílogo)

En su noveno cumpleaños cogemos un tren hacia Clogwyn. Miramos por la ventana el paisaje verde que se extiende ante nosotros. Caminamos por el bosque que años atrás recorrí corriendo escapando de casa. Le prometí a mi hijo que le enseñaría el lugar donde creció su padre y donde nos conocimos. Sam se agarra a mi mano con fuerza para no tropezar con las ramas. Llegamos a la pradera. El faro se alza hacia el cielo. Sigue igual que siempre. Sus ojitos verdes como los de Alan miran sorprendidos el paisaje.
-Qué bonito es- dice con voz inocente.
Nos sentamos al filo del acantilado con los pies colgando. Todo aquello me trae recuerdos. El dolor ya es lejano, pero aún me gustaría tener a Alan junto a mi. Sam se revuelve a mi lado y le miro. Tiene el pelo rubio, como yo, pero siempre alborotado como su padre, Estoy feliz de estar aquí con mi hijo, recordando los buenos momentos de mi vida pasada. 'Te quiero Alan' pienso 'Ojalá pudieras ver a nuestro hijo crecer'
-¿Me lo cuentas mamá?
-Claro que si- Entonces le cuento la historia, y comienzo por el principio, el comienzo de todo.
-"Y entonces corro. Corro como si me fuese la vida en ello. Paso el gran vestíbulo como un rayo..."
FIN.

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